Lisboa (Parte 3)

Ultimo capítulo de mi escapada a Lisboa, fin de viaje
Ultimo día en Lisboa y último post de nuestra escapada de chicas.  Visitamos el barrio de Belem.
Este es uno de los barrios más famosos sino el que más.

El sábado por la noche queríamos salir a tomar algo, pero llovía como si no hubiera un mañana y con lo cansadas que estábamos y con esa lluvia, cenamos al lado del apartamento, un arrocito con marisco y nos retiramos.

La zona de copas está en el Barrio Alto de la ciudad, para que lo sepáis.

El domingo nos faltaba visitar el Barrio de Belem y allí nos fuimos.  Está un poco, bastante alejado del centro y cogimos un uber.  Fuimos de maravilla, cogerlo en el centro es muy sencillo y allí no hay problema, de hecho también fuimos de vuelta al aeropuerto en uber y también genial y muy económico.

Visitamos lo más importante, la Torre de Belem, el Monumento a los Descubrimientos y vimos de lejos el Monasterio de los Jerónimos.  No entramos, porque el día estaba tan malo que nos fuimos a comprar unos pastelitos de nata, algo que hay que hacer también y comprarlos en la tienda que hay en el Barrio de Belem, que es la auténtica.  Están muy buenos, pero cuando los veáis no os sorprendáis y no digo más......

Esta es la Torre de Belem, que a mi me parece preciosa, tampoco entramos porque había mucha cola y además con el día que hacía no nos apetecía mucho.
A mi me encanta, es una antigua construcción militar y es patrimonio de la humanidad de la UNESCO.

Este es el Monumento a Los Descubrimientos, se puede subir arriba, que hay un mirador, pero nosotras no lo hicimos.
A mi es un monumento que me encanta, la verdad, hay una plaza enorme detrás con los puntos cardinales y la zona queda muy bonita, es una esplanada enorme que a mi me gusta mucho.

Y para finalizar el Monasterio de los Jerónimos.
Tiene unos jardines preciosos y por fuera es impresionante.  Por dentro creo que también lo es, pero no teníamos tiempo ni ganas de esperar la cola que había para entrar, así que nos fuimos a comprar los pastelitos de nata, cogimos un tranvía para volver, porque no habíamos montado en tranvía, comimos donde pillamos, con lo que llovía no estábamos para elegir y nos fuimos al aeropuerto porque no se podía andar de cómo llovía.

La experiencia me encantó y me gustaría volver con un poco más de tiempo, porque en un fin de semana y con tan mal tiempo, no pudimos disfrutar como nos hubiera gustado.  Pero es una ciudad que merece mucho la pena.

Aquí se acaba mi escapada a Lisboa, espero haberos dejado con ganas de visitar la ciudad, porque lo merece de verdad y el jueves volvemos con un nuevo post de moda.

Disfrutar de lo que queda, porque esto se acaba.

Abrazos mil.


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